Introducción. En 1991 se describió una técnica de implante del catéter de DP consistente en dejar su extremo distal enterrado en el tejido celular subcutáneo (TCS) hasta que la diálisis debiera iniciarse. La intención original fue reducir la tasa de infecciones pero con el tiempo fueron evidentes otras ventajas (reducción de costos y tareas de enfermería, implante anticipado).

Material y métodos. Revisamos los catéteres implantados según esta técnica en ambas unidades entre 01/07/11 y 31/12/14. El implante se efectuó por minilaparotomía del modo convencional pero luego de efectuado el orificio de salida (OS), el catéter fue reintroducido en el TCS y el OS cerrado con un punto. Semanas o meses después, el catéter es externalizado tomando como referencia la cicatriz en el OS y la diálisis comienza.

Resultados. En dicho período se implantaron 32 catéteres (14 en Italia, 18 en Argentina) en 32 enfermos (20 varones, 12 mujeres) con una edad promedio de 56 años. Actualmente están en uso 24 catéteres, 1 se perdió por fallecimiento no relacionado con la técnica, 2 fueron extraídos (uno por transferencia a HD y otro por trasplante) y 5 nunca fueron usados (uno falleció, otro era un drogadicto y 3 están en espera). El tiempo promedio de permanencia en el TCS fue de 68,9 días (rango: 20-191 días). No observamos complicaciones durante el período “enterrado” y el 100% de los catéteres funcionó al ser exteriorizado. Luego de la externalización, observamos 2 laceraciones puntiformes, 1 fuga, 1 infección de túnel y 4 infecciones del OS. Ninguna de ellas impidió proseguir con DP.

Conclusiones. La presente técnica tiene complicaciones similares a las de la técnica convencional pero innegables beneficios en términos de costos y tareas de enfermería (se evitan curaciones y dinámicas) permitiendo un implante anticipado y pudiendo mejorar la elección de DP como modalidad dialítica.